Cómo sacar el máximo provecho a los baños de vapor

Después de un largo día de trabajo, acumulando estrés en el tráfico, lo primero que se busca cuando llegamos a casa es relajarse y olvidarse de todos los problemas que traemos del trabajo o de la escuela. Una de las mejores formas de hacerlo, y que además los ayudará a cuidar su salud y la belleza de su piel, es el tomar baños de vapor en su propio espacio del hogar adaptado especialmente para ustedes.

Existen muchos beneficios de tomar un baño de vapor, aunque este no debe confundirse con un sauna. Si bien ambos son instalaciones para tomar un baño caliente con vapor, con la finalidad de relajarse, e incluso para el tratamiento de algunos tipos de malestares, como podrían ser afecciones en las vías respiratorias, daños musculares por el ejercicio o para la disminución del dolor en algunas zonas localizadas, por ejemplo, en la espalda, los hombros y la cabeza cuando se sufre de altos niveles de estrés; ambos tienen un sistema de funcionamiento totalmente diferente.

El baño de vapor suministra calor húmedo, mientras que el sauna es de calor seco. Para el primero, el vapor es suministrado mediante el bombeo de vapor de agua. Las temperaturas en el interior de los cuartos de baño de vapor se suelen encontrar entre los 60 a 70° C, con niveles de humedad relativa del 100 por ciento. Se deben instalar en una habitación hermética para contener el vapor del agua, los acabados interiores deben de ser preferentemente de cerámica y con un techo inclinado, para proporcionar aislamiento y se evitará el goteo por la acumulación del vapor de agua y su condensación en el techo.

Mientras que, un sauna proporciona calor seco mediante el uso de un tipo de estufa eléctrica colocada dentro de la habitación que debe tener acabados de paneles de madera. La estufa calienta una parrilla que transfiere el calor a un grupo de piedras que son las encargadas de calentar la habitación. Si bien, se suele verter agua sobre las piedras para generar vapor, es una cantidad mínima y no humedece demasiado el ambiente. Los saunas pueden alcanzar temperaturas de 100° C y los niveles de humedad no superan el 30 por ciento.

Los baños de vapor tienen muchas propiedades relajantes y que son benéficas para la salud; algunas de ellos son la limpieza de la piel, ya que ayudan a la dilatación de los poros de la piel. Esto favorece a la transpiración y a la limpieza a profundidad de la piel, eliminando células muertas que hacen que la hacen lucir opaca. También permite la eliminación de impurezas, como los puntos negros y la grasa que forman los barros, por lo que la piel se desintoxica y desprende todos los contaminantes que adquieren del ambiente.

De igual manera ayudan a descongestionar las vías respiratorias, que es muy bueno en las ciudades que suelen tener altos índices de contaminación con partículas de polvo, humo y smog, así como para prevenir resfriados, ayudar a las personas con asma o bronquitis. Ayuda a mejorar la circulación sanguínea, puesto que el calor provoca que los vasos sanguíneos se dilaten. Una buena circulación es esencial para la salud en generar y permite que los órganos internos trabajen de manera adecuada.

Asimismo, son muy buenos para la relajación muscular, en especial después de hacer ejercicios o de sufrir lesiones cuando se realiza algún deporte. Las altas temperaturas de un baño de vapor, junto con la humedad fomentan la regeneración celular. Y por último son excelentes para reducir el estrés y ayudar a la relajación. Un baño de vapor es excelente tratamiento para la ansiedad y la depresión provocada por los estilos de vida modernos.

¿Cómo sacarle el mejor provecho a los baños de vapor?

No se puede tener todo el tiempo para ir a un spa o a un sitio especializado donde haya un baño de vapor, pero en la actualidad es muy sencillo adaptar una habitación del hogar para convertirla en un baño de vapor. En cualquiera de los casos, ya sea que vayan a un spa o tengan su propio baño de vapor, es necesario seguir algunos consejos para que los resultados sean los mejores y de este modo aprovechen al máximo sus beneficios.

Lo principal es que, antes de exponerse al vapor y las altas temperaturas, deben limpiar su rostro con agua mineral o haberse dado un baño rápido, ya que esto mejorará la transpiración de la piel y la eliminación de toxinas. Antes y después del baño, asegúrense de beber uno o dos vasos de agua, zumo de cítricos o un té de hierbas, para evitar la deshidratación debido a la gran cantidad de agua que perderán con el sudor.

No tomen baños de vapor después de haber comido. Deben esperar entre 30 y 60 minutos después de comer, puesto que para la digestión se requiere que la sangre este concentrara en mayor medida en el área abdominal, y durante los baños de vapor la sangre se distribuye por todo el cuerpo.

En los casos de que adapten su cuarto de baño, deben tener en cuenta que las nubes de vapor se encuentran entre los 35 y los 60° C, por lo que la habitación debe estar completamente cerrada y los materiales y acabados deben ser especiales para asegurar la seguridad y su duración. Una vez concluido el baño, es necesario que se bañen con agua fría, de este modo los poros de la piel se cerrarán de manera correcta, asimismo deberán aplicar una crema hidratante para maximizar los efectos del vapor en la piel.

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